Patada de retroceso al vientre de las universidades y de la educación superior en México: Un estado de la cuestión
Por Pablo Gómez Jiménez (Profesor Investigador de la UJAT) en la Observatorio Académico Universitario
Ante el ISR excesivo al salario de los profesores e investigadores de las universidades, digo universidades por que la disposición es federal, intelectual y científica. Descuentos de 3, 5, 8 y 11 mil pesos, son un abuso. De poco sirve que los investigadores quieran escalar posiciones o mejoras salariales a través de posgrados y de acceder a financiamientos para sus proyectos de investigación, si la Federación sólo busca dejarlos con un salario mínimo al aplicar las retenciones.
Esto obliga a que se permanezca estático y sólo se busque vivir de la docencia, más no de la investigación. Hay que mover a México pero en serio para frenar al gobierno de Peña.
El doble discurso de Peña es perverso.
Éste es el estado de la inconformidad y protesta de los profesores universitarios de la UJAT, y éste es el estado y las reacciones en las universidades del país, conforme al manifiesto de protesta de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (C.O.N.T.U) según informa en asamblea el hoy 31 de eneros de 2014, el líder del SPIUJAT. La arbitrariedad en la grabación de impuestos a prestaciones y estímulos a docentes e investigadores, pone en jaque a las universidades ante las exigencias de cumplimiento de indicadores y de aseguramiento de calidad en sus programas universitarios. El nuevo sistema de grabación del ISR, producto de la reforma hacendaria del Gobierno Federal, se aplica al ya vulnerado bolsillo de los trabajadores sujetos al pago de impuestos sobre el producto del trabajo, la aplicación sin distingos de Instituciones públicas o privadas, hiere la ya sensible piel de quienes generan y aplican el conocimiento superior. Las universidades privadas, no incrementaran seguramente el monto de los salarios por servicios educativos de sus profesores para equilibrar los ingresos del trabajador de la educación y se lo restaran de igual manera, por lo tanto enfrentaran una crisis desaliento en la productividad docente que impacta en las exigencias de calidad de las que están siendo objeto como todas la IES del pais.
En las universidades públicas, la grabación de impuestos a las prestaciones, estímulos, servicios docentes alternativos, ingresos productos de búsqueda de financiamientos por investigaciones, así como de subsidios para la práctica de la investigación, la difusión y la extensión; inhiben ya desde su anuncio impositivo, la participación de los profesores en programas y proyectos de fortalecimiento a la productividad en la docencia, la investigación, la extensión y la vinculación.
Conforme a lo anunciado, -más bien advertido con tintes reproductores de un argumento oficial nacional autoritario-, “por disposiciones de la reforma hacendaria”, todo ingreso que obtenga el profesor o investigador será grabado y sujeto de impuestos al igual que en su salario”.
En este sentido, los viáticos por estancias de investigación o de participación en eventos académicos o de extensión y vinculación, los servicios prestados más allá de la jornada laboral y de las obligaciones contractuales como: impartición de cursos, talleres, diplomados o asesorías, y hasta los acuerdos internos de docentes, como en el caso de la UJAT, que como acuerdo gremial de consenso entre el profesorado, existe un día de haber o donación personal de cada profesor (un día salarial de trabajo) hacia la familia de los trabajadores que fallecen, y que es descontado desde la administración financiera de la universidad para ser entregado a las familias; éste, será grabado de impuestos como ingreso personal al deudo que lo reciba y, éste impuesto será aplicado después del impuesto pagado por el profesor en su salario, es decir, se pagará doble impuesto por el concepto.
De esta manera, ante el raquítico incremento al salario mínimo con sus topes y condicionamientos; así, como ante el pírrico incremento al financiamiento de la educación superior en México para el 2014, que más bien, fue una reducción del -1.0 % en términos reales, conforme a la ANUIES; mismo; que de acuerdo con esta Asociación de Instituciones de Educación superior, en su nueva redistribución de recursos, (Cito textualmente de Campus Milenio, 07/2013) Hay casos en donde las reducciones resultan muy significativas, afectando programas que hasta 2013 han contribuido de manera importante a la ampliación de la oferta de las universidades y al mejoramiento de la calidad de sus programas educativos. Los tres programas afectados son: Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas (S245), Programa para el Desarrollo Profesional Docente (S247) y Programa de Expansión en la Oferta Educativa en Educación Media Superior y Superior (U079); La disminución de recursos presenta diversos riesgos: Riesgo de frenar la mejora continua de la calidad, Riesgo de debilitar las acciones para mejorar la capacidad y competitividad académicas de las IES, y riesgo de limitar el crecimiento de la oferta educativa.
Aunado a esto, la aplicación de nuevos impuestos a los contribuyentes cautivos como el profesorado universitario, se constituyen en un golpe bajo, al vientre de las universidades, y los dos primeros riesgos, el de mejora continua y calidad, así como el de competitividad académica, se perfilan como el desenlace de realidades inminentes, pues el logro de la integración del trabajo académico a la gestión de la calidad de las IES, obtenido con grandes esfuerzos en la década pasada, tenderá a desquebrajarse ante el desánimo de los profesores frente el acoso tributario federal.
Los argumentos del profesorado ante la incertidumbre y las retenciones del 100, 200 y hasta el 300% según les haya tocado en la 2ª quincena de enero de 2014, tanto en los pasillos, como en las asambleas, reuniones y en las redes sociales al respecto son: “si por trabajar de más en la universidad pagaré más impuestos, solo me dedicaré a dar mis clases y a buscar en la informalidad nuevos recursos”, “si por generar recursos de financiamiento por investigación incrementará mi ingreso, de tal forma que me grabaran más impuestos, mejor no hago investigación”, “si el estímulo al desempeño, lejos de beneficiar me perjudica incrementando mis retenciones, mejor ya no trabajo para obtenerlo”, entre otros muchos comentarios. de igual manera, quienes trabajan como administrativos y docentes, que subieron de estatus en el pago de impuesto, ante las obligaciones tributarias, manifiestan un desencanto ante los esfuerzos que realizan cotidianamente por la gestión universitaria.
El 4.5% directo al salario que “curiosamente” se logró en la Universidad Autónoma del Estado de México, que junto al incremento en prestaciones suma un 5.58 %, seguramente será el anuncio paliativo de incremento, que se dará en el país, como ruptura del tope salarial, en las negociaciones salariales de todas las Universidades y demás Instituciones de Educación Superior públicas. Pero si entendemos que frente a la reforma tributaria actual, todo incremento eroga ingresos y todo ingreso eroga impuestos, estamos en el juego de un solo ganador, -el SAT-; aunado a esto, si el asalariado rebasa los 400,000 pesos de ingreso anual, debe realizar su declaración de ingresos ante el fisco, y como asalariado, no empresario, sus posibilidades de deducción de impuesto son muy limitadas, casi nulas; para esto, no importa que el profesor haya trillado la milla trabajando a ratos en diferentes instituciones, pecado que lo hace tener más de un patrón y ser objeto de control fiscal particular.
La mecha está encendida y el riesgo mayúsculo es, que las universidades pueden sufrir un revés no deseado en sus retos de crecimiento y consolidación. Las autoridades universitarias pueden ser rebasadas por el descontento, si el tratamiento desde las políticas tributarias no replantea condiciones justas ante las demandas de satisfacción salarial de los profesores y demás trabajadores.
No existe culpa en la reacción y sí en la imposición, ningún cambio obligado ha sido exitoso históricamente en ningún sistema político; sin embargo los cambios forzados y arbitrarios, sí han generado efectos indeseables y daños colaterales en las condiciones de estabilidad social. Si existe algo sagrado para el trabajador, es el bolsillo que alimenta el estómago de la familia, -argumentan los profesores y profesoras-.
Arbitrariamente, no se están considerando las penurias y peripecias que cada institución ha tenido que desarrollar para mantenerse y crecer en sus contextos y, los contextos políticos viciados de la educación nacional. Los recursos políticos de gestión para la cohesión de sus comunidades, las cesiones, concesiones, acuerdos y negociaciones, como estrategias para el logro de la paz y la estabilidad en cada institución de estudios superiores, han sido los puntales que han asegurado el desarrollo que aún es dificultoso o incipiente en muchas IES, conforme a las exigencias de calidad y las prisas sistémicas nacionales.
La reacción exige y augura, nuevas formas y conductas de defensa de las organizaciones gremiales en la universidad pública, ante el riesgo de ser desfasados por sus comunidades, en la universidad están los que investigan, los consultores, los estrategas constructores y enseñantes del conocimiento social y político del país, tristemente no los congresistas. Los académicos hoy empiezan a intercambiar conocimientos y saberes como preparativos para la defensa frente al sentimiento de la afrenta.
Las estrategias políticas de imposición de cambios reformistas seguramente tiene medidas todas las reacciones, por lo que más allá de simpatías y filiaciones políticas, estarán entendiendo expresiones de protesta como esta y muchas más que circulan en los ambientes universitarios, medios electrónicos y redes sociales.
“Con la retención excesiva de ISR a los profesores e investigadores del país, concluyo:
Enrique Peña Nieto es un ignorante. Esto ya lo sabía, y ya lo había dicho y no voté por él.
Como no es un lector y tampoco le interesa la educación, y menos las universidades y la ciencia, está atentando en contra del desarrollo científico.
A los doctores e investigadores de la UJAT ya les empezó a cobrar un alto ISR con el fin de que ya no investiguen. rte intelectual y científica. Descuentos de 3, 5, 8 y 11 mil pesos, son un abuso. De poco sirve que los investigadores quieran escalar posiciones o mejoras salariales a través de posgrados y de acceder a financiamientos para sus proyectos de investigación, si la Federación sólo busca dejarlos con un salario mínimo al aplicar las retenciones.
Esto obliga a que se permanezca estático y sólo se busque vivir de la docencia, más no de la investigación. Hay que mover a México pero en serio para frenar al gobierno de Peña.
El doble discurso de Peña es perverso.Les recuerdo, no le interesa la parterte intelectual y científica. Descuentos de 3, 5, 8 y 11 mil pesos, son un abuso. De poco sirve que los investigadores quieran escalar posiciones o mejoras salariales a través de posgrados y de acceder a financiamientos para sus proyectos de investigación, si la Federación sólo busca dejarlos con un salario mínimo al aplicar las retenciones.
Esto obliga a que se permanezca estático y sólo se busque vivir de la docencia, más no de la investigación. Hay que mover a México pero en serio para frenar al gobierno de Peña.
El doble discurso de Peña es perverso. intelectual y científica. Descuentos de 3, 5, 8 y 11 mil pesos, son un abuso. De poco sirve que los investigadores quieran escalar posiciones o mejoras salariales a través de posgrados y de acceder a financiamientos para sus proyectos de investigación, si la Federación sólo busca dejarlos con un salario mínimo al aplicar las retenciones.
Esto obliga a que se permanezca estático y sólo se busque vivir de la docencia, más no de la investigación. Hay que mover a México pero en serio para frenar al gobierno de Peña.
El doble discurso de Peña es perverso”.
Tomado del Facebook en Tabasco el 30/01/2014.