Deben consolidarse las universidades públicas que hay, plantea Anuies

Deben consolidarse las universidades públicas que hay, plantea Anuies
Por Arturo Jiménez en La Jornada

En la meta del gobierno federal de aumentar en este sexenio la cobertura de la educación superior de 29 a 40 por ciento –es decir, en un millón de estudiantes–, debería revisarse la política de crear más instituciones pequeñas y enfatizar la consolidación de las universidades públicas ya existentes, federales y estatales.

Así lo planteó ayer Enrique Fernández Fassnacht, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), quien consideró más viable que, por ejemplo, una institución con experiencia cree una nueva unidad en un municipio en lugar de comenzar desde cero un nuevo proyecto.

No digo que no sea necesario crear instituciones nuevas, pero sí que antes de diseñar líneas de acción para cumplir con esa meta de cobertura reflexionemos sobre dónde estamos parados y qué es lo que podemos hacer hacia allá, agregó al dar a conocer varios puntos de su plan de desarrollo para este año y hasta 2017.

Consideró que la cobertura de las universidades se puede mejorar no sólo incrementando la matrícula de nuevo ingreso, sino atendiendo la deserción, en la que hay factores económicos y académicos.

Planteamos un programa piloto que ayude a mejorar las capacidades de comunicación oral y escrita y de razonamiento lógico-matemático de los estudiantes. Al irlas adquiriendo en la universidad, la deserción podría disminuir, dijo. En lo económico, encontramos en el presupuesto de egresos cantidades muy importantes relacionadas con becas para los estudiantes.

Comentó que otro tema es la revisión de la evaluación de la calidad de la educación superior, la cual, a diferencia de la básica y media, tiene una historia de varios años con instrumentos como el Ceneval. La reforma educativa y la creación del INEE (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación) nos llevan a reflexionar sobre qué pasa con la educación superior.

Señaló que se buscará proponer un nuevo modelo de financiamiento a la educación superior que considere las características de cada una de las instituciones: tamaño de la matricula, dispersión de sus campus universitarios, cantidad de investigación y desarrollo tecnológico que llevan a cabo, número y tipo de programas de licenciatura y posgrado.

Debe verse qué ha pasado con los fondos de financiamiento y cómo se puede dar certeza a las instituciones de que tendrán los recursos para llevar a cabo sus actividades, dijo.

Planteó la necesidad de un programa digno de retiro voluntario para los catedráticos, a fin de generar espacios para las nuevas generaciones.

Esos y otros temas, aseguró, se pondrán a consideración de las universidades e instituciones de educación superior, con todo respeto a su autonomía. Informó que está por concluir una restructuración de la Anuies que le permita asumir el mencionado plan de desarrollo.

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Emulan mecanismos de percepción y memoria visual del cerebro

Emulan mecanismos de percepción y memoria visual del cerebro
Por Arturo Jiménez en La Jornada

El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) informó que la unidad Tamaulipas trabaja con técnicas de inspiración biológica para el desarrollo de hardware con una estructura de procesamiento y memoria semejante a la del cerebro humano.

En un comunicado, agregó que César Torres Huitzil, investigador del Laboratorio de Tecnologías de la Información del Cinvestav, dijo que el cerebro es un órgano muy complejo; tratamos de emular algunos de sus mecanismos de procesamiento en tareas de percepción a fin de construir circuitos electrónicos que presenten esas características.

Explicó que las computadoras por lo general sólo tienen un procesador y un conjunto de celdas donde se almacena información, a las que se conoce como memoria.

En cambio, el cerebro se compone por millones de neuronas a las que se pueden considerar cada una como un procesador. La diferencia entre estas dos estructuras es que el procesador de la computadora es más complejo que la neurona.

Sin embargo, la ventaja del cerebro es que tiene millones de neuronas (procesadores elementales) que en conjunto realizan tareas más complejas que un procesador único, aunque sea muy avanzado.

Por esa razón, dijo el investigador, la idea es construir computadoras con elementos de procesamiento simples, pero que se comuniquen entre ellos y sean capaces de procesar información de forma paralela y distribuida.

El concepto es modelar las neuronas, ver cómo procesan la información y, con base en ello, generar circuitos electrónicos que repliquen hasta cierto grado el mecanismo neuronal biológico que se considera la base de la inteligencia, explicó Torres Huitzil, doctorado en ciencias computacionales por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.

En el cerebro la neurona es la encargada de procesar la información, pero hasta que se conecta una gran cantidad de ellas mediante sinapsis se generan las acciones cognitivas. Y en el Cinvestav se emplea el modelo de una neurona como elemento básico de procesamiento.

Para ello se estudian modelos biológicos y después se trasladan a modelos matemáticos, los cuales se implementan de forma eficiente a nivel de hardware respetando la funcionalidad de la neurona y capacidad de interconexión para formar estructuras masivamente paralelas.

Además, la investigación se enfoca de manera particular en el proceso de percepción visual, en saber cómo el cerebro procesa esa información, para que a partir de imágenes capturadas con una cámara se pueda extraer conocimiento de una escena.

Para ello, indicó, se estudia la corteza visual del cerebro y se trata de emularla a través de circuitos electrónicos capaces detectar movimiento, reconocer personas u objetos con un grado de precisión semejante al humano.

“Los modelos de percepción visual desarrollados en el pasado son precisos, pero cuando se prueban en escenarios reales o en ambientes exteriores no controlados ya no funcionan tan bien. En cambio, el cerebro funciona en cualquier tipo de condiciones, por tanto eso hace interesante diseñar nuevos modelos neuronales a nivel de hardware”.

Debe ampliarse legislación en ciencia, tecnología e innovación: Rednacecyt

Debe ampliarse legislación en ciencia, tecnología e innovación: Rednacecyt
Por Arturo Jiménez en La Jornada

Hay que modernizar y ampliar la legislación y la normatividad en ciencia, tecnología e innovación: no basta con tener más especialistas en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) o con llegar al final de sexenio al uno por ciento del PIB en inversión en el ramo, planteó Tomás González Estrada, presidente de la Red Nacional de Consejos y Organismos Estatales de Ciencia y Tecnología (Rednacecyt).

González Estrada habló durante el cuarto Congreso Nacional de Legisladores sobre Políticas, Estrategias, Prioridades sobre ese rubro, realizado ayer en un hotel de la ciudad de México, y agregó que el gobierno podría enfocar las baterías de manera directa en el sistema del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que tiene más de 300 tecnológicos que podrían ampliar y mejorar su labor, así como la modificación de su normativa.

Dijo que, aparte de la ciencia en sí, México necesita ciencia de frontera para que nuestros sectores productivos no dependan de otros países. Necesitamos ciencia de frontera para hacer nuestros celulares, coches, aviones, medicamentos, alimentos, energía.

Gabriela Dutrénit Biefous, coordinadora del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, recordó que se tiene el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto de apoyar a la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) y que el presupuesto del ramo para 2014 se aumentó en alrededor de 20 por ciento.

Rodrigo Roque Díaz, director adjunto de asuntos jurídicos del Conacyt, comentó que el de ciencia y tecnología es el ramo que aumenta más de todos los incluidos en el presupuesto de 2014.

Estamos frente al gran reto de hacer que la CTI sea el motor que saque adelante a este país, ya que es la única manera en que puede salir adelante, señaló.

El legislador Rubén Benjamín Félix Hays, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, adelantó que, aparte del amplio documento que realizaron científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, en breve se lanzará la convocatoria para hacer de manera conjunta otro más específico, que marque la ruta a seguir. De no ser así, advirtió, no se llegará al objetivo de uno por ciento del PIB, ni aunque tuviéramos un tubo echando dinero.

El también legislador Alejandro Rangel Segovia, secretario de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, advirtió: Nos hemos vuelto un país estacionado en el quehacer productivo con base en ciencia y tecnología de los demás países. Y el colmo de los males es que somos un país maquilador que compra a precios y costos sociales muy elevados el resto de las tecnologías y de los frutos de las investigaciones de otros países.

Consideró que México debe ocupar un mejor nivel en los índices mundiales de desarrollo en general, pues en desarrollo humano tenemos el lugar 57; en competitividad global, el 53; en capacidad de innovación, el 79; en calidad del sistema educativo, el 107; en gasto empresarial en investigación y desarrollo, el 79; y en el marco institucional público, el 109.

Drástica disminución de ingresos detiene jubilaciones y generación de nuevas plazas

Drástica disminución de ingresos detiene jubilaciones y generación de nuevas plazas
Por Arturo Jiménez en La Jornada

Entre los académicos de las instituciones de educación superior del país no se está dando un relevo generacional de manera fluida. Muchos de los investigadores y profesores de mayor edad no se deciden por la jubilación debido a la drástica disminución que habría en sus ingresos, a veces hasta de dos terceras partes. Ello ha impedido en gran medida la generación de plazas nuevas, que podrían ocupar los académicos jóvenes. Se trata de un problema mundial, pero en México parece más acentuado, dicen varios de ellos.

Imanol Ordorika, investigador y director general de Evaluación Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconoce: Hay un problema de envejecimiento de las plantas académicas de un buen número de universidades del país. Si se toma al Politécnico, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la UNAM y otras universidades de los estados, el promedio de edad se acerca a 60 años.

Señala que hasta dos terceras partes de los ingresos son pago por méritos: becas o pertenencia al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) e incentivos internos de cada institución educativa, complementarios al salario base. Y cuando alguien se plantea la posibilidad de jubilarse sabe que el monto de la pensión se establecerá sólo a partir de su salario base. Y da un ejemplo: un profesor con 40 años de antigüedad, doctorado, titular C, nivel 3 del SNI y el nivel más alto del programa de estímulos de la UNAM (Pride) gana unos 100 mil pesos mensuales, pero si se jubila sólo recibiría la pensión del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), unos 18 mil pesos mensuales.

Ordorika dice que en ningún otro país se alcanza la proporción de ingresos de pago por méritos que hay en México, y agrega que instituciones mexicanas como El Colegio de México y la UNAM han establecido programas complementarios para apoyar la jubilación. Además de la pensión del Issste se otorga un ingreso mensual que, en el caso de la universidad, es de unos 10 mil pesos mensuales. También se busca que los académicos puedan continuar en el SNI.

Apenas se está buscando atacar el problema, pero muchas administraciones universitarias y el gobierno federal dejaron que creciera y se convirtiera en una carga muy fuerte para muchos centros de educación superior.

Romualdo López Zárate, rector de la UAM-Azcapotzalco, explica que la masificación de la educación superior de la década de los 70 implicó la contratación de muchos profesores, pero después no hubo un proceso programado de recambio generacional. Falta una política nacional al respecto, agrega. En otros países hay una jubilación obligatoria a determinada edad, pero también condiciones más atractivas para el jubilado.

María Elena Chan Núñez, jefa del Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara, comenta que en esa institución también se menciona el asunto del envejecimiento de la planta académica como uno de los problemas a solucionar, sobre todo en las áreas de salud e ingenierías. Y dice que como parte de las acciones se creó un nuevo sistema de pensiones para, de manera independiente de las jubilaciones, renovar las plazas.

La falta de una jubilación digna hace que muchos continúen trabajando hasta que, como se dice, los saquen de las universidades con los tenis por delante. En el caso de la UNAM se creó un programa de jubilación para 200 académicos, y creo que habrá otra convocatoria, dice Judith Zubieta, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

La consecuencia, concluye, es la ausencia de plazas para los académicos jóvenes, por eso tenemos gente con doctorado desempleada, o fuga de cerebros al exterior o desperdicio de talento, como cuando un matemático acaba vendiendo computadoras.

Maestros sin trabajo, estudiantes sin universidad

Maestros sin trabajo, estudiantes sin universidad
Nota publicada por Arturo Jiménez en La Jornada (16 Julio 2013)

Como ocurre año tras año, decenas de miles de jóvenes quedaron excluidos de las instituciones públicas de educación superior, especialmente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Como enfatizaron las autoridades de la primera, la exclusión no tiene que ver con el nivel académico de los afectados, sino con la imposibilidad de establecer más plazas para estudiantes en las diversas carreras impartidas en la máxima casa de estudios. El hecho es que sólo 13 por ciento de los aspirantes a la UNAM han conseguido ingresar o que sólo 20 mil de los 96 mil interesados en estudiar en el IPN han sido admitidos.

Mientras en la educación superior la mayoría de quienes aspiran a cursar carreras en planteles públicos de calidad no pueden hacerlo, en la enseñanza primaria la mayor parte de los maestros graduados no encuentra trabajo. En el concurso realizado por la Secretaría de Educación Pública, más de 90 por ciento de los 140 mil profesores que se presentaron no pudieron conseguir una plaza en el sistema educativo.

Ambas circunstancias, la de los jóvenes sin acceso a la universidad, en el ciclo superior, y la de los maestros sin empleo, en el nivel básico, son expresiones de la crisis por la que atraviesa el sistema educativo del país, cuya génesis no se encuentra en las universidades ni en las dependencias educativas, sino en el modelo económico impuesto en el país desde hace tres décadas, una de cuyas vertientes fundamentales consiste en abandonar las obligaciones del Estado en materia de enseñanza a fin de ensanchar el mercado para las inversiones privadas en educación y reducir las posibilidades de interacción social de los sectores más desfavorecidos de la población.

En esta lógica, los sucesivos gobiernos de 30 años a la fecha no sólo han implantado políticas que alientan la depauperación del profesorado y desmantelado buena parte de las normales, sino que han aplicado una sistemática asfixia presupuestal a las universidades públicas. Por añadidura, a pesar de que la población del país ha crecido en ese lapso en forma significativa, no se han creado nuevas universidades públicas, con excepción de la Autónoma de la Ciudad de México, fundada durante la jefatura de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Los riesgos de la crisis educativa están a la vista. Por una parte, los jóvenes rechazados generan, de manera inevitable, una intensa e indeseable presión social sobre los centros de enseñanza, que son los que deben enfrentar en forma directa la entendible frustración de quienes se quedan fuera de la educación universitaria, y no porque carezcan del nivel necesario para acceder a ella, sino porque no hay lugar. Por la otra, la falta de cobertura confronta a innumerables jóvenes en edad escolar con un país que no les ofrece ninguna perspectiva de vida –ni trabajo ni estudio– y que, en forma cada vez más acentuada, criminaliza a la juventud. En tanto, en un país que requiere de más maestros y de menos policías, muchos otros jóvenes se ven laboralmente excluidos del magisterio. No es de extrañar que ambos grupos sean terreno fértil para el desaliento, el cinismo e incluso las tendencias antisociales.

No es exagerado, en suma, afirmar que la crisis educativa, consecuencia de una política económica equivocada y devastadora, constituye una bomba de tiempo en un escenario nacional ya sobrado de ellas.

Las tortillas, uno de los productos que generan aflatoxinas, potentes cancerígenos

Las tortillas, uno de los productos que generan aflatoxinas, potentes cancerígenos
Nota publicada por Arturo Jiménez en La Jornada (16 Julio 2013)

Alimentos como tortillas de maíz, lácteos, huevo, pollo, cacahuates, pimienta y arroz pueden generar aflatoxinas, metabolitos secundarios de los hongos llamados Aspergillus flavus y A. parasiticus que son considerados el cancerígeno biológico más potente, dijo Magda Carvajal Moreno, investigadora del Instituto de Biología (IB) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Estas micotoxinas se producen en alimentos contaminados, se acumulan por años en el ADN y pueden causar malformaciones en fetos, abortos y cánceres de hígado, páncreas, colorrectal, pulmón o cervicouterino. Lo que comemos es la principal causa de riesgo de cáncer (36 por ciento), seguida por el tabaco (31 por ciento) e infecciones (11 por ciento), agregó Carvajal, estudiosa de las micotoxinas en alimentos y de sus efectos en vegetales, animales y el hombre.

Las aflatoxinas no se ven, carecen de sabor y olor, son resistentes al calor (soportan entre 260 y 320 grados centígrados sin descomponerse) y a procesos como cocción, ultrapasteurización, nixtamalización y fermentación. Son insolubles en agua y solubles en solventes orgánicos (metanol, etanol, benceno y cloroformo).

Todos nacemos con proto-oncogenes que están latentes, y las aflatoxinas, mediante un mecanismo químico de oxidación, los convierte en oncogenes, que son los cancerígenos.

El equipo de investigación de Carvajal analizó la presencia de esa micotoxina en tejidos de aves para consumo humano (pollo y gallina) y descubrió la presencia de 209 microgramos de aflatoxinas totales en el hígado, 988 microgramos en mollejas y 150 en pechuga.

También se realizó un muestreo en 96 tortillerías de las delegaciones del Distrito Federal. Analizamos 800 kilogramos de tortillas de harina de maíz y encontramos que entre 17 y 20 por ciento estaban contaminadas, es decir una de cada cinco tortillas.

Reconoció que es difícil modificar los hábitos alimenticios de la población, pero sí se le pueden proporcionar productos sanos mediante un adecuado almacenamiento en lugares secos y fríos para evitar el crecimiento de los hongos. Recomendó consumir antioxidantes como vitaminas A, C y E, que se encuentran en cítricos, coles, brócoli y frutos rojos, entre otros.