Se aprueban importantes reformas a las leyes en beneficio de la ciencia y la tecnología

Se aprueban importantes reformas a las leyes en beneficio de la ciencia y la tecnología
Por Elizabeth Ruiz Jaimes y Fabiola Trelles Ramírez en la Academia Mexicana de Ciencias

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) se congratula por la aprobación de las modificaciones a las leyes de ciencia y tecnología, y de responsabilidades administrativas de los servidores públicos, respectivamente, y reconoce el impulso y trabajos que la comisión de ciencia y tecnología de la LXIII legislatura ha realizado.

“Es alentador que los trabajos de la comisión hayan iniciado con la presentación de esta iniciativa y más que se haya logrado el consenso del pleno para su aprobación”, sostuvo el presidente de la AMC, Jaime Urrutia Fucugauchi.

Este día la Cámara de Diputados de la LXIII Legislatura aprobó por unanimidad el proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 40 Bis y 51 de la Ley de Ciencia y Tecnología y de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.

Dichas modificaciones permitirán la vinculación de investigadores de centros e instituciones públicas con el sector privado, evitando conflictos de intereses, lo que contribuirá al desarrollo económico de nuestro país y al desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación, indicó.

En conferencia de prensa, tras concluir en el pleno la votación (438 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones), el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Bernardo Quezada Salas, dijo que hoy “se ha reflejado prácticamente el anhelo de toda la comunidad científica del país al eliminar por fin el conflicto que existía en el desarrollo de ciencia y tecnología. Todas las bancadas están empujando el beneficio de los compañeros científicos; este conflicto de intereses hoy se ha roto y tenemos en la comisión la aspiración de que este país cambie a través de la inversión privada en el sector”.

Señaló que con este cambio se estará en posibilidad de pasar del lugar 11 al 5 entre las economías del mundo en inversión en CTI, y que el conflicto de intereses metía al país en un retroceso muy importante en el arranque de este nuevo siglo.

“Las reformas van a traer principalmente generación de oportunidades para quienes han hecho CTI silenciosa sin el suficiente apoyo. Esto hará que nuestro país tenga la posibilidad de convertirse en una potencia que fomente la inversión en México, dijo por su parte la diputada Mirza Flores Gómez.

Explicó que los científicos estaban limitados a generar inversión en proyectos porque se les consideraba servidores públicos al utilizar dinero público para la investigación, aunque reconoció que los países sí están obligados a invertir en investigación, “lo que es una aberración es que se ponga un candado para que esto no crezca”.

Al respecto, Quezada Salas añadió que antes de las reformas “no se podía promover o explotar innovaciones, por ejemplo, el Instituto Politécnico Nacional ha hecho investigación y ha desarrollado una crema de caracol que permite eliminar las cicatrices con la baba de ese organismo, y eso no se podía comercializar porque se hizo en una universidad pública, pero al aprobarse las reformas se abrirán oportunidades con la iniciativa privada, y sobre todo habrá un beneficio para la sociedad”.

En este sentido, la diputada Elisa Talavera consideró que las modificaciones tienen el objetivo de “darle la oportunidad a los investigadores mexicanos para que pueden asociarse con los centros de investigación, con las empresas y participar del usufructo de esa investigación, lo que además va a generar empleos y quizás también muchas empresas nuevas que van a dar empleo a los investigadores jóvenes mexicanos”.

Durante la discusión de las reformas y la conferencia de prensa, estuvo presente un grupo de investigadores procedentes de varias instituciones de nivel superior y de centros de investigación del país.

El doctor José Mustre de León, director del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), consideró que la institución que dirige se verá beneficiada porque “realizábamos una buena producción de investigación, pero desgraciadamente las patentes teníamos que venderlas a la industria extranjera, pero ahora que no tenemos conflicto de intereses, se va a fomentar que la investigación que estamos haciendo sea aprovechada por la iniciativa privada del país, no se va a ampliar drásticamente la cantidad investigación, porque esto ya lo hacíamos desde antes, pero la diferencia principal es que va a ser aprovechada en forma mucho más útil por la sociedad mexicana”.

Compartió que el Cinvestav es una de las instituciones que más patentes genera en el país gracias al trabajo de los investigadores, los cuales representan menos del 5% del total del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).”La unanimidad que se logró en torno al sector es un buen mensaje no sólo desde el punto de vista de la ciencia sino del legislativo.

Julio Mendoza Álvarez, secretario general del Instituto Politécnico Nacional, abundó que “esto es un parteaguas para la comunidad científica porque va a abrir la posibilidad de llevar los desarrollos científicos a la comercialización, así, un investigador que además de hacer su investigación con todos los alicientes, ahora tendrá otras oportunidades. Realmente es algo que va cambiar mucho las cosas en el sistema nacional de ciencia y tecnología del país”.

Además, dijo, representa una ventaja para los jóvenes que están haciendo su doctorado, porque verán que hay una salida para ser socios o formar empresas, “es algo que les va a cambiar la mentalidad, incluso a los científicos que ya están establecidos en alguna institución”.

Por último, René Asomoza Palacio, director general del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), consideró que esta legislación es un gran paso, “quita los candados que había para los investigadores que ahora podrán participar con sus desarrollos. Los investigadores ahora podrán generar ingresos, empleo y con esto también se va a frenar la fuga de cerebros, se va generar riqueza y empleo, porque ya no habrá conflicto de interés a la hora de comercializar el conocimiento”.

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Senado plantea mejorar la educación superior

Senado plantea mejorar la educación superior
Por Carla Ramírez Torres en Foro Consultivo Científico y Tecnológico

Con objeto de contribuir al mejoramiento de la educación superior y las políticas públicas del entorno, en tanto compromisos de Estado que fortalezcan el desarrollo del país, el Senado de la República inició este día en el auditorio “Octavio Paz” el foro Desafíos y Tendencias de la Educación Superior en México, donde directores, rectores, y presidentes de diversas instituciones de educación superior (IES) analizan las deficiencias y fortalezas de este nivel educativo.

En la inauguración, el maestro Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación del Senado de la República, explicó que uno de los motivos por lo que se convocó a este foro es porque desde el punto de vista legislativo no se ha puesto el énfasis necesario en lo que compete a la Educación Superior.

“Pretendemos hacer una reflexión sobre qué es México, de dónde venimos y a dónde vamos. Lo queremos saber cómo es que la cobertura, la calidad, la equidad y la pertinencia pueden tener un sentido en cada uno de los habitantes del país”, mencionó el diputado por el Partido Acción Nacional (PAN).

Por su parte, Jaime Valls Esponda, secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), institución integrante de la Mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C., dijo que este evento considera una propuesta de agenda legislativa en la cual, que desde la posición de la ANUIES, considera de vital importancia.

“México merece un sistema de Educación Superior robusto y de excelencia en sus modelos de enseñanza, de primer impacto en su investigación que coadyuve en el desarrollo de país”, dijo.

El también ex rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) mencionó que la educación superior actualmente es impartida por más de tres mil instituciones públicas y particulares con diversos perfiles y visiones. Este conjunto de instituciones ofrece más de 31 mil programas educativos y atiende una matrícula de poco más de cuatro millones de estudiantes, de los cuales, aproximadamente 3.5 millones realiza sus estudios en la modalidad escolarizada y poco más de 500 mil en la no escolarizada.

“Nuestros análisis en los últimos meses han arrojado tres conclusiones: los actuales medios de coordinación y regulación se presentan insuficientes, pero con grandes potencialidades de mejora para impulsar una nueva dinámica de crecimiento; no existen mecanismos institucionales para el financiamiento de la educación superior con una perspectiva de largo plazo que permita impulsar el desarrollo de la en la ciencia la tecnología, la información y la cultura; y la falta de congruencia.

Para ello sugiere fijar el pilar normativo, y explicó que es fundamental que se analice integralmente el marco jurídico que regula de educación superior de México, una redefinición de las reglas para el otorgamiento de los reconocimientos de validez oficial de estudios, así como mecanismos claros para la  participación de proveedores de educación superior, incluso lo extranjeros.

En la inauguración del Foro Desafíos y Tendencias de la Educación Superior en México también contó con la participación de Héctor Arreola, coordinador general de Universidades Tecnológicas y Politécnicas, en representación de la Secretaría de Educación Pública; Rodrigo Guerra Botello, secretario general de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES); Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado de la República y Fernando Herrara Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario del PAN.

Es imposible alcanzar 1% del PIB en Ciencia y Tecnología sin la reforma

Es imposible alcanzar 1% del PIB en Ciencia y Tecnología sin la reforma
Por Emiliano Cassani Serrano en Foro Consultivo Científico y Tecnológico

De no concretarse las modificaciones realizadas a la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos que ya se habían aprobado por la Cámara de Diputados en diciembre de 2014, será imposible que el gobierno federal pueda alcanzar su compromiso de llegar al 1% del PIB para ciencia y tecnología, afirmó el ex diputado federal Alejandro Rangel Segovia, en el VIII Congreso Internacional y XII Congreso Nacional “Innovación para el futuro: emprendimiento, sistemas e Inclusión”.

En el congreso organizado por la Red de Investigación y Docencia sobre Innovación Tecnológica (RIDIT), Rangel Segovia, explicó que el Senado de la República aún no aprueba esta modificación porque desea ampliar el espectro que contempla que sean todas las instituciones educativas las que puedan formar alianzas estratégicas con el sector privado y no como lo planteaba la propuesta original que proponía que solo fueran las instituciones de educación superior.

“Es un reto de revisión imaginar esta propuesta de modificación de ley que incluya a las instancias de educación media superior. Los CBTIS, Cecati y Conalep son un ejemplo de que los estudiantes en la práctica pueden tener una vida muy activa en las empresas, sin embargo no basta solo tener ideas que se puedan aplicar, se requiere toda una formación específica y un perfil de investigadores en la institución que puedan avalar los desarrollos tecnológicos”.

Dentro de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, fue incluso inquietante, como lo describió el ex diputado Rangel, que el Senado de la República quisiera ampliar tanto el espectro en esta modificación de ley, se pensaba que habría un impacto presupuestal considerable aunque al final resultó que no habría tal.

Además, aseguró Alejandro Rangel, que un número considerable de científicos con los que tuvo la oportunidad de trabajar, expresan que las empresas no apuestan ni invierten si no hay un equipo sólido de investigadores que respalden los desarrollos, porque obviamente las oportunidades que pueden surgir sobre la trayectoria, solo un grupo experto tendría la capacidad de identificarlas.

Dentro del primer panel, estuvieron presentes: la doctora María del Pilar Monserrat, directora del Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica (CIEBT); doctora Gabriela María Luisa Riquelme, directora del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (CIECAS); doctor Leonel Corona Treviño, fundador de la Red de Investigación y Docencia sobre Innovación Tecnológica (RIDIT); maestra en ciencias María Eugenia Beatriz Hernández, directora del Centro de Educación Continua, unidad Allende; y el exdiputado Alejandro Rangel Segovia.

Dicho congreso se llevó a cabo el siete de septiembre del año en curso, en el Centro de Educación Continua unidad Allende, del Instituto Politécnico Nacional y terminará el día nueve de septiembre con el panel “Desafíos de la investigación y docencia en innovación tecnológica en México”.

$260 millones para los proyectos de ciencia y tecnología

$260 millones para los proyectos de ciencia y tecnología
Por Víctor Ballinas en Jornada

El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, el priísta Alejandro Tello Cristerna, destacó que alrededor de 260 millones de pesos, producto de las sanciones por los comicios de junio pasado, serán otorgados a 16 entidades del país y deberán ser destinados a proyectos de ciencia y tecnología.

Durante la entrega de los libros blancos de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, que contienen el trabajo realizado por la 62 Legislatura 2012-2015 de esa instancia, el senador priísta aseveró que esos recursos son oxígeno puro para que los gobiernos estatales impulsen programas de ciencia.

Tello Cristerna subrayó el incremento presupuestal para este sector en el país y las reformas aprobadas en materia de investigación científica, divulgación de la ciencia, desarrollo para el sector energético, equidad de género, ciberacoso y sanciones electorales.

El priísta destacó que los recursos para inversión en este sector aumentaron de 59 mil millones de pesos a casi 88 mil millones este año, es decir, el gasto tuvo un incremento real de 35 por ciento, con lo que la inversión pasó de 0.44 por ciento, con relación al producto interno bruto (PIB), a casi 0.56 por ciento, cifra nunca antes alcanzada.

Tello Cristerna refirió que loslibros blancos serán la base para muchos de los trabajos que desde el Senado se seguirán promoviendo para aumentar el presupuesto, y con ello el desarrollo del sector, para beneficio de los diferentes grupos de la sociedad.

El director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Enrique Cabrero Mendoza, manifestó su confianza en que la próxima legislatura concluya el proceso de aprobación de la ley que abre la posibilidad de que investigadores, centros públicos e instituciones académicas trabajen con el sector productivo a fin de incentivar la innovación y la generación de patentes y de invenciones.

Ciencia y tecnología: ¿Base cero para 2016?

Ciencia y tecnología: ¿Base cero para 2016?
Por Alejandro Canales en Campus Milenio

Todavía no hay cifras del volumen de gasto. Pero, por lo pronto, para el año próximo, el número de programas presupuestarios del Conacyt pasan de 19 a 13. Seguramente su presupuesto no se reducira en la misma proporción, aunque es indudable que tendrá un efecto en los recursos para el 2016.

Seguramente, estimado lector, lectora, recordará que en enero de este año, cuando el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció un recorte al gasto público, también dijo que habría una revisión general para diseñar el presupuesto para el 2016: se haría bajo un esquema de base cero. Uno en el que se evitarían duplicidades y eliminarían los programas que no cumplían sus propósitos o los de escasa rentabilidad social.

En las diferentes áreas de la administración pública, después del desconcierto provocado por el anuncio y con la idea de que eso no podía significar más que menores recursos para el año próximo, comenzaron a revisar sus respectivas estructuras programáticas de gasto para ver qué podían sacrificar.

La Secretaría de Hacienda emitió unos lineamientos para especificar cómo se debía estructurar el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 (PPEF). Ahí, el pasado mes de junio, aclaró que serían cuatro los ejes que orientarían la revisión y estructura: servicios personales; gastos de operación; programas presupuestarios; y programas y proyectos de inversión (Oficio No. 37-A 2292).

Las entidades de la administración pública le canalizaron sus respectivas propuestas y Hacienda integró el documento “Estructura programática a emplear en el PPEF 2016”, mismo que ya entregó a los diputados el útimo día del mes de junio. En ese documento se precisa que en este año existen 1,097 programas presupuestarios y para el año próximo habrá 851; una disminucion de 22.4 por ciento. Es decir, en total se fusionaron, re-sectorizaron o eliminaron 247 programas.
En la jerga administrativa, los programas presupuestarios (Pp, como los abrevia Hacienda) es una categoría programática que agrupa las asignaciones presupuestarias que reciben las entidades —como Educación, Conacyt o el INE— para un cierto propósito y el logro de resultados. Porque, a diferencia de los años setenta en que la planeación se regía por el “presupuesto por programas”, desde fines de los años noventa se supone que está orientada a resultados.

No es la primera vez que se modifican o reducen los Pp. De hecho, cada que se fusiona o de-saparece una entidad administrativa o se crea un ramo de gasto, se modifica su número. En la última década más bien han disminuido, aunque no necesariamente los recursos. Pero tal vez para el año próximo, con 247 Pp menos, sea la reducción más rápida y significativa.

En el caso de Conacyt, según el documento entregado a los diputados, en el rubro de apoyo institucional se planteó un solo Pp: “Apoyos para actividades científicas, tecnológicas y de innovación” y se eliminaron tres existentes que, dice Conacyt, tenían objetivos convergentes. El mismo caso fue en fondos mixtos, ahí quedó el Pp “Fomento regional de capacidades científicas, tecnológicas y de innovación” y se eliminaron el de “Fomento regional” y el de “Fortalecimiento de entidades federativas” (en el que se incluye el Fordecyt).

En el caso de posgrado, los programas de apoyo a la consolidación institucional y de becas de posgrado, los fusionaron y se nombró al Pp “Becas de posgrado y apoyos a la calidad”.  Por último, para los Centros Públicos de Investigación, los tres programas de gasto que tenían (uno para los de investigación, otro para desarrollo tencológico y uno más para publicaciones) quedaron englobados en uno solo.

Lo que se puede advertir es que los nuevos rubros de gasto no solamente tendrán implicaciones administrativas, también orientan y centralizan las acciones. No está mal un poco de racionalidad en el abigarrado y oscuro mundo del gasto público. El problema es que eso casi siempre significa reducción de recursos y, lo peor, aplicados discrecionalmente.

Un tipo de asignación presupuestal, todavia sin aclarar, lo tenemos en lo reportado por la revista Nexos el mes anterior, en donde se detalla la asignación de más de mil 700 millones de pesos a Proacceso ECO, A.C. y a Enova, a través del Comeyt, Conacyt y Conaculta.

Hacienda, antes de elaborar los nuevos Pp, en los pre-criterios de política entegados a los legisladores en marzo pasado (029/2015), adelantó que se prevé un recorte al gasto de 135 mil millones de pesos para el presupuesto del año próximo. Seguramente, los recursos para Conacyt no disminuirán en una tercera parte, pero el ajuste es inminente. Lo veremos el 8 de septiembre o un poco antes y más claramente en el 2016.

Sistema Nacional de Investigadores: La regulación de la evaluación

Sistema Nacional de Investigadores: La regulación de la evaluación
Por Alejandro Canales en Campus Milenio

A raíz de los multicitados casos de dos profesores que incurrieron en plagios académicos, uno de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y otro del Colegio de San Luis, Conacyt emitió un comunicado para recordar que cuenta con normas para atender ese tipo de irregularidades y advertir que “no tolera faltas éticas que ponen en duda la integridad del Sistema Nacional de Investigadores” (Comunicado 66/15).

Los casos han sido profusamente documentados en los medios y no tiene sentido insistir en los hechos particulares. Sin embargo, sí vale la pena destacar las reacciones que se han producido al respecto y algunas de las acciones que se sugieren, porque tal vez podrían ser contraproducentes y profundizar el ya de por sí complejo sistema normativo.

En primer lugar, salvo una inexplicable carta pública en defensa de uno de los inculpados —por cierto, finalmente él acepto su responsabilidad—, las expresiones públicas sobre los acontecimientos fueron de franca reprobación y condena unánime al plagio académico. Al menos podemos tomarlo como un aliciente, porque nos muestra que no hemos llegado al extremo del cinismo, no todavía, como para justificar lo injustificable.

En segundo lugar, parece claro que los dos casos de referencia no son hechos excepcionales. Según algunos testimonios que se dieron a conocer en los medios y otras experiencias, lo que conocemos, el plagio académico es una práctica recurrente y tiene lugar en múltiples instituciones, tanto por alumnos como por profesores e investigadores.

Incluso, en el mismo Sistema Nacional de Invesigadores (SNI), de acuerdo a lo que señaló la directora de desarrollo científico del Conacyt, Julia Tagüeña, en la última década se han sancionado seis expedientes más por plagio académico (La Jornada 06.08.2015). Esos casos no alcanzaron una alta visibilidad pública, pero fueron igualmente graves, solo que las redes sociales no potenciaron su efecto en los medios.

Ciertamente, el plagio y el fraude académico no son privativos del ámbito nacional. En la mayoría de regiones y en variadas instituciones se han registrado y reportan casos; son más notorios cuando se refieren a personajes de la vida pública o académicos consagrados. Por ejemplo, el prestigiado investigador coreano que manipuló imágenes para validar su experimento, un funcionario público alemán con título apócrifo, un célebre escritor peruano acusado de plagiar escritos periodísticos, entre muchos otros.

Sin embargo, lo que no se sabe es qué tan acotado o extendido está el problema y tampoco qué lo está provocando. Sobre lo primero existen meras impresiones o experiencias que se globalizan para calificar, pero ninguna aproximación a una medida. Es más, ni siquiera existe la certeza de qué y cuándo puede ser considerado como plagio.

En cuanto a los motivos para el plagio, las posiciones se han dividido: unos señalan que se debe a la presión para mantener o incrementar la productividad que impone el mismo sistema de evaluación, con lo cual aligeran la responsabilidad de los acusados; otros, por el contrario, enfatizan el papel individual e indican que el plagio deriva de la constitución moral del académico del que se trata y su consecuente propensión a cometer el ílicito; otros más, observan que es un relajamiento o una auténtica falla de los evaluadores, los que juzgan el trabajo (sea el tutor, los pares, las comisiones, los instrumentos o el sistema); y unos más, advierten que el plagio se debe a la ausencia de una normatividad para prevenirlo.

En general, como casi siempre ocurre, es posible que las causas se localicen en más de un factor. No obstante, la respuesta no puede ser, una vez más, mirar para otro lado y continuar con una ausencia completa de normas que permitan la apropiacion indebida de los productos e ideas de otros.

La opción tampoco puede ser una sobre regulación para prevenir el plagio, como la que actualmente dedica un volumen incuantificable de horas, materiales probatorios, así como recursos humanos y financieros, a la tarea de evaluar la productividad. Y en no pocas ocasiones con indicadores absurdos como los que hemos comentado en este mismo espacio.

En los últimos 25 años hemos creado un intrincado y burocrático sistema de evaluación del rendimiento individual, valorándonos incesantemente unos a otros, pletórico de comisiones, reglamentos y sumamente costoso. Parece indudable que sí ha logrado incrementar la productividad pero no, como tenemos constancia, lo más esencial: mejorar la actividad.

La respuesta no debieran ser más normas, si no repensar seriamente el sistema de evaluación, reducir su variabilidad y su peso salarial. Sobre todo, tendría que garantizar una rendición de cuentas y haber una clara diferencia entre cumplir con las responsabilidades y no hacerlo

 

Nueva actitud del gobierno hacia la ciencia

Nueva actitud del gobierno hacia la ciencia
Por Emiliano Cassani en Foro Consultivo Científico y Tecnológico

El coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, José Franco, y  el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República,  Alejandro Tello Cristerna, coincidieron en señalar que existe una nueva actitud en el gobierno federal en favor de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Ante representantes de los medios de comunicación, luego del lanzamiento de la convocatoria del concurso Vive conCiencia realizado el pasado miércoles, Franco recordó que «el presidente de la República estuvo presente en la entrega de premios de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), una de nuestras academias insignias y ahí estableció el compromiso de su gobierno de seguir dando apoyo a la ciencia y tecnología».

Por su parte, el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República, Alejandro Tello, dijo que es evidente que en la actualidad  hay un cambio de mentalidad en el gobierno mexicano, por lo que mencionó los más importantes logros que han ocurrido  en su legislatura:

“La democratización del conocimiento ha sido un gran paso; la nueva situación de los investigadores ante la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, donde ahora ya podrán obtener regalías por sus trabajos; el tema de las multas electorales que indica que cualquier infractor que transgreda el reglamento federal o estatal concerniente a elecciones deberá recibir una sanción económica, misma que irá al Consejo Nacional y a los  Consejos Estatales de Ciencia y Tecnología; y por otro lado la inversión de más de 40 millones de pesos en la ciudad del conocimiento en Zacatecas”.

Por otro lado, Tello dijo que en la actualidad se trabaja para que en los campos de la ciencia y la tecnología, sea el diseño del presupuesto base cero, el que permita canalizar los recursos a los programas prioritarios y así pueda verse una mejoría en el sector.

Presentan 10 retos para estudiantes de educación superior del país

Presentan 10 retos para estudiantes de educación superior del país
Por Fabiola Trelles Ramírez y Elizabeth Ruiz Jaimes en la Academia Mexicana de Ciencias

Ante la buena respuesta y las gratas sorpresas que dejó la primera edición, hoy se anunció el Segundo Concurso Vive conCiencia, el cual convoca a estudiantes de educación superior del país a presentar soluciones a problemas cotidianos que ayuden a mejorar la calidad de vida de la población y de su entorno. La convocatoria está abierta desde este 5 de agosto y cerrará el próximo 2 de octubre.

El concurso consiste en dar solución, utilizando la ciencia y la tecnología, a cada uno de los retos de la Agenda Ciudadana: agua, medio ambiente, seguridad alimentaria, energía, salud pública, cambio climático, investigación espacial, migración, y salud mental y adicciones.

El certamen, dijo el doctor José Franco, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), y actual coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), quien encabezó el anuncio, es un pretexto para hacer pensar a los jóvenes estudiantes sobre importantes problemas que el país tiene y estimularlos a que se involucren en sus soluciones.

El concurso Vive conCiencia surgió de la Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación, una consulta pública que se llevó a cabo entre noviembre de 2012 y enero del 2013, para que la ciudadanía eligiera la prioridad con la que se debían atender los diez grandes desafíos que México enfrenta.

La primera edición del concurso registró la participación de más de dos mil estudiantes de licenciatura y equivalentes procedentes de más de 200 instituciones de educación superior, públicas y privadas, quienes presentaron 961 propuestas.

“Los ganadores -recordó Franco- no fueron estudiantes de las grandes universidades del país, fueron estudiantes de institutos tecnológicos, lo cual fue una sorpresa, pues tienen un enfoque de educación bien arraigados en las regiones donde están presentes, los tecnológicos tienen planes de estudio y carreras enfocados al desarrollo social y económico local, y también vinculados con las empresas locales. Los estudiantes piensan y viven los problemas, y tienen idea de cómo resolverlos”.

Más inversión en CTI y de calidad

En la presentación del Segundo Concurso Vive conCiencia participó Alejandro Tello Cristerna, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República, quien confió haber escuchado desde que asumió la responsabilidad de dicha comisión, dos palabras clave para el sector de CTI: vinculación y difusión.

“El concurso engloba esos dos conceptos. La vinculación aparece cuando los jóvenes vinculan sus conocimientos a la problemática real de su país, y la ciencia, sin duda, logra difundirse mediante el concurso”. Resaltó que cerca de cuatro mil instituciones públicas y privadas de educación estarán participando en la nueva edición del concurso.

El legislador subrayó que el Senado tiene un compromiso con la ciencia, la tecnología y la innovación y prueba de ello es que “se ha legislado y hemos avanzado para bien de este país… ejemplos de ello son el acceso abierto y acceso a la información científica; la Ley de Responsabilidades, con la que los investigadores pueden obtener regalías de su trabajo; así como el acceso del sector a más recursos por concepto de multas a partidos políticos”.

Sobre el tema de presupuesto, Tello Cristerna destacó que los meses de agosto y septiembre son los propicios para empezar a plantearse preguntas sobre el porcentaje que del PIB se habrá de invertir en CTI. “Aún estamos lejanos de la meta del 1%, y el tema es cuánto vamos a crecer… estamos en espera del vulgarmente conocido ‘presupuesto de saque’, pero lo que sí creo es que no podemos ir para atrás, tenemos que pelear por un presupuesto significativo, por un crecimiento ad hoc con el ofrecimiento presidencial y hablar de un presupuesto mayor y de calidad”.

Mujeres buscan plantear política en ciencia con perspectiva de género

Mujeres buscan plantear política en ciencia con perspectiva de género
En La Jornada

Más de 120 mujeres de Iberoamérica se reúnen en Cuernavaca, Morelos, en el primer Coloquio iberoamericano, diálogo de saberes y políticas de ciencia, tecnología e innovación con perspectiva de género, que comenzó el martes y concluirá este jueves luego de tres intensas jornadas de trabajo.

Lo novedoso de este coloquio es que por primera vez se reúnen científicas que no se han dedicado a la política en este ámbito con investigadoras que sí lo han hecho y con las que basan su trabajo en el estudio de género, afirmó Mayra de la Torre, coordinadora del encuentro, durante la inauguración, en el auditorio del Museo de Ciencias de Morelos, el cual abrió con una conferencia magistral de la astrónoma Silvia Torres Peimbert.

La investigadora, adscrita al Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (Ciad) e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), adelantó que de esta reunión surgirán propuestas y recomendaciones que se harán llegar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para que se impulsen políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación con perspectiva de género.

Este coloquio, precisó, busca que las participantes expongan lo que hacen en sus laboratorios o campo de estudio y discutan cuál es la problemática en su área de conocimiento y propongan una política con perspectiva de género.

Lorenzo Sánchez Teyer, director general del Centro de Investigación Científica de Yucatán (Cicy), recordó que la inclusión de la mujer en ciencia, tecnología e innovación es parte del Plan Nacional de Desarrollo, en el quehay un eje transversal que se llama Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres 2013-2018.

Además de felicitar al comité organizador por esta actividad, en la que se discutirán problemáticas de la perspectiva de género en ciencias sociales, naturales, exactas y de la Tierra, para abordar temas en economía, salud e ingeniería y tecnología, así como problemas nacionales relacionados con agua, sustentabilidad y medio ambiente, y seguridad alimentaria, informó que el Cicyes la única institución del gobierno federal que está certificada en aspectos de equidad laboral y género.

Eulalia Pérez Sedeño, coordinadora de la Red Iberoamericana de Género en Ciencia y Tecnología (Cyted), señaló que las actividades permitirán poner en común los éxitos, los fracasos y los abandonos.

Consideró que exponer al Conacyt sus experiencias en sus áreas de conocimiento ayudará a mejorar la situación de México y de otros países.

Pablo Wong González, director general del Ciad, consideró que el coloquio busca romper paradigmas para discutir el papel y los alcances de las políticas sobre tema.

David Romero Camarena, director del Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, y destacó la participación de África, continente invitado.

Una reflexión sobre la ciencia en México

Una reflexión sobre la ciencia en México
Por René Drucker Colín en La Jornada

Cuando se habla de ciencia en el ámbito político, en cada ocasión los diversos responsables de conducir el país señalan, uno, que la ciencia es importante y, dos, que se van a invertir más recursos en ese rubro.

Lamentablemente ninguno de estos señalamientos son tomados con seriedad, pero las dos cosas suenan bien cuando los políticos las declaran. Desde hace muchos años me he preguntado por qué en nuestro país no se ejercen estrategias que nos permitirían cambiar con esa abulia hacia la actividad científica. No tengo la contestación, pero aquí me gustaría dar una serie de datos que muestran lo inadecuado de la situación imperante. Pero, antes de ofrecer los datos duros, quisiera compartir una reflexión. Para empezar es necesario definir qué es la ciencia. Si nos remontamos a un diccionario, nos dice que: Se denomina ciencia a un conjunto sistematizado de conocimientos adquiridos mediante un riguroso método.

Como la ciencia la cultivan individuos que denominamos científicos, la función de éstos es generar conocimientos y esa es la única función del científico (claro, también da clases, forma nuevos científicos, etcétera). Ahora bien, el diccionario también señala algo importante con lo que estoy plenamente de acuerdo: En la actualidad, las inversiones en el mundo para lograr avances en las distintas disciplinas científicas resultan considerables. Esto se debe principalmente al afán de alcanzar conocimientos que redunden tanto en beneficios económicos como en mejoras para la calidad de vida de la gente. En este contexto, resulta de interés verificar la necesidad de apoyo financiero a la tarea de los científicos, en condiciones ideales desde el propio Estado, con la meta de alcanzar una optimización de la situación de toda la población.

Ahora bien, dado a que la ciencia genera conocimientos, éstos pueden ser usados y convertirse en desarrollos tecnológicos que generen bienes y servicios que pueden satisfacer necesidades de la población. De ahí que la ciencia y la tecnología están hermanadas y no deben vivir la una sin la otra. Pero aquí quisiera enfatizar algo que me parece esencial, si bien ciencia y tecnología deben estar indisolublemente relacionadas, es necesario entender que difícilmente puede desarrollarse tecnología (de punta) sin la ciencia, o sea, sin la generación de nuevos conocimientos. Por falta de es­pacio no puedo abundar más sobre este tema, porque quiero señalar cómo a lo largo de muchos años la política científica de este país ha estado equivocada o quizás, podríamos decir, mal orientada. Voy a usar los datos de 2013, porque estos son los últimos disponibles, pero no importa el año, lo que quiero señalar ha sido siempre igual, salvo por los montos.

El gobierno mexicano dice que en 2013 la inversión en ciencia, tecnología e innovación (esto último que no toco aquí es un problema que merece un artículo aparte) fue de 121 mil 307.9 millones de pesos y de ese gran total Conacyt recibió 27 mil 511 millones de pesos, o sea, 22.68 por ciento del Gasto Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). Ahora bien, ese 22.68 por ciento representa 100 por ciento del presupuesto del Conacyt y con eso apoya el Programa de Becas de Posgrado con 7 mil millones o 25.4 por ciento de su presupuesto, también sostiene a los 27 centros públicos de investigación con 9 mil 89 millones de pesos o 30 por ciento de su presupuesto, mantiene el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con 3 mil 148 millones de pesos que es 11 por ciento del presupuesto total. Resulta pues que el Conacyt paga 36.8 por ciento de su presupuesto en sueldos a becarios e investigadores. Adicionalmente, el Conacyt emite varias convocatorias de apoyo económico tales como Estímulos a la Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación, que recibió 2 mil 941 millones de pesos que representa 10.9 por ciento de su presupuesto y 2.43 por ciento del gasto federal.

Ahora bien la Convocatoria en Investigación Básica que es en general justamente la que representa la actividad científica que genera nuevo conocimiento recibe el más magro presupuesto, ya que se otorgan 705.6 millones de pesos, que viene siendo 2.61 por ciento del presupuesto del Conacyt y 0.58 por ciento del gasto federal. A mi juicio, está claro que la política pública del gobierno federal no está alineada con el desarrollo del país. La ciencia básica, que es aquella que debería tener el mayor presupuesto disponible, es lamentablemente la que menos tiene. Cabe aquí también preguntar que si del total invertido en ciencia Conacyt recibe sólo 22.83 por ciento, en qué exactamente se invierte el 77.32 por ciento restante del presupuesto federal. Me parece que en ciencia no.

Este no es un problema de la presente administración, esto se viene arrastrando desde hace décadas, pero además tenemos que somos el país que menos inversión en CTI hace de una larga lista de países. Según esa lista, sólo 0.43 por ciento del producto interno bruto se invierte en ciencia (ver p. 165, cuadro A.2.3 del Informe 2013 del Conacyt). En esa lista de países México es el penúltimo, sólo Chile invierte menos que nosotros. Así, ni seremos competitivos ni lograremos independencia tecnológica ni seremos innovadores. Con esto no quiero decir que no hay casos de éxito, pero éstos son muy escasos. Podríamos ser mucho más exitosos, pero a la clase política eso no le interesa, está más interesada en promover y financiar sus intereses, muchos de ellos muy mezquinos. Quizás sería hora de cambiar las estrategias del Conacyt y dar un impulso mucho más amplio a la ciencia básica, que representa el pilar sobre el cual descansa todo.