Diseños para elevar la calidad de vida
Por Fernando Guzmán en la Gaceta de la UNAM Núm. 4, 565
Desde hace cinco años el Grupo de Diseño para el Bienestar de la Facultad de Ingeniería aplica la Teoría para Resolver Problemas de Inventiva (Triz, por su acrónimo en ruso) para desarrollar productos que eleven la calidad de vida de adultos mayores y personas en rehabilitación por algún impedimento motriz.
A partir de esta herramienta creada por Genrich Altshuller, el Centro de Diseño Mecánico e Innovación Tecnológica (CDMIT) de la entidad universitaria proyecta prótesis, sillas de ruedas, andaderas, órtesis, sockets para muñón y dispositivos económicos, en general, que ayudarán a las personas en su día a día.
En México, empresas extranjeras los venden a precios altos. Por eso, los universitarios buscan desplegar, en el mediano plazo, opciones accesibles que doten de autonomía a la población que las requiera.
Adrián Espinosa, jefe del Departamento de Ingeniería de Diseño, indicó que la Triz “nos ha permitido enfocar los esfuerzos creativos en soluciones ya probadas y resolver contradicciones; si hay un problema que plantea obstáculos, descifrarlos genera innovaciones”.
Principios de solución
La matriz de contradicciones de Altshuller comprende 40 principios de solución que identificó al estudiar 200 mil patentes. Tras analizar cómo superaron otras dificultades, este hombre concluyó que “cualquier inconveniente ya fue resuelto antes por alguien más; lo que sigue es ver cómo lo hizo y adaptar el procedimiento a la interrogante actual”.
El método, aplicado por el grupo, ha servido para tratar todo problema de ingeniería, explicó Espinosa. Por ejemplo, con la tutela de Itzel Flores Luna y Hanna García se desarrollan sockets (piezas cilíndricas que alojan al muñón) para pierna y brazo. Se busca que sean universales (tallas chica, mediana y grande), ajustables a partir de sensores (sin necesidad de medias) y que mantengan cierta presión del muñón, sin importar si la persona adelgaza o engorda por enfermedad, come demasiado o retiene líquidos.
Espinosa y sus tesistas trabajan en una andadera y una silla de ruedas geriátricas. “Mecánicamente son un reto mayor por el peso que se le puede aumentar, que no debe ser mucho, para que el adulto mayor transporte su silla y andadera, además de subir y bajar escaleras”. El diseño de la silla, dijo, debe permitir diversas posiciones con el objetivo de que el usuario, que pasa mucho tiempo sentado, esté lo más cómodo posible y evite tanto llagas como cansancio. De los sockets ya se hicieron prototipos y en el corto plazo podrían ponerse a la venta, agregó.
Prueba y error
Dos tesistas más, con tutela de Espinosa, trabajan en prótesis de discos intervertebrales. Como en el mundo no hay claridad en los criterios de diseño para que sean lo más naturales posible (se ha laborado con base en prueba y error), Epifanio Vargas (doctorado) analiza los aspectos que deben cumplirse.
No sólo tienen que quitar el dolor sino también ser fáciles de insertar en cirugías que pueden ser riesgosas. Además, no se piensa únicamente en una mejor calidad de vida del paciente, sino en reducir la probabilidad de fallos en una operación invasora y complicada.
Dafne Arellano (maestría) realiza una valoración comparativa de opciones comerciales. Como no se tiene acceso a enfermos en los que se pongan y quiten discos intervertebrales, se hacen pruebas de manera virtual. Con los resultados obtenidos por Dafne, Epifanio sabrá qué criterio cumplir para un mejor diseño.
Del mismo grupo, pero dirigidos por Jesús Manuel Dorador, otros tesistas se ocupan en la detección de señales mioeléctricas para un mejor control de la prótesis. Otro dispositivo en desarrollo es una órtesis para personas con inmovilidad en los dedos porque sufrieron daño en nervios.
Se trabaja también en un bipedestador. Hay quienes por problemas de articulaciones y como parte de su terapia necesitan estar de pie; este artefacto ayuda a fortalecer piernas y a mantenerse erguidos. Se trata de una propuesta en etapa inicial.